
A veces, de algo malo surge algo bueno. El chef Jordi Cruz ha hecho, con sus declaraciones de hace unos días, que aprendamos una palabra nueva, stagiers: Tras sus palabras, resurge la polémica en relación a la situación laboral de los más jóvenes en España. Muchas voces dentro del sector legal se están alzando para dar visibilidad a este problema que también afecta al mundo de los abogados. Bienvenido sea el debate, y más bienvenidas las soluciones.
Un problema con múltiples aristas
El trabajo en precario no es algo nuevo. Estos años de crisis han hecho que se agudice el problema (incluso que se normalice), pero existe desde siempre. El problema es sencillo de identificar, y datos como que “3 de cada 10 jóvenes abogados ganan menos de 6.000€ al año” son suficientemente explicativos. Si el problema está claro, ¿por qué no hay soluciones? El escenario tiene suficientes aristas, perspectivas e intereses como para que, tras la tempestad inicial, todo quede igual que antes. Sin una actuación clara y atacando a todas las raíces del problema, será difícil ir más allá de las declaraciones de intenciones.
Las aristas más visibles
- Hay situaciones claramente abusivas, y muchas otras que parecen estar en el limbo. No hay unos límites claros sobre dónde empieza el abuso: De un lado, un recién incorporado necesita aprender la realidad del día a día, pero de otro tiene derecho a percibir una remuneración acorde al trabajo que realiza, y al valor que aporta. ¿Si alguien acepta de buen grado, deja de ser una situación abusiva? ¿Qué es y qué no es trabajo? ¿A partir de qué momento está preparado un recién graduado? Si no es posible responder a estas preguntas de manera clara y precisa, siempre habrá excusas para justificar el abuso.
- El problema del empleo precario o subempleo es transversal: Afecta a toda la economía española. Mal de muchos…
- Es un problema estructural, y de largo recorrido. Dentro del sector, determinadas prácticas de acceso al mercado laboral son una institución. Mucha inercia que frenar.
- Toleramos a nuestra conveniencia: Aunque levante alarma social, el hecho es que la misma sociedad que ahora se escandaliza permite otros comportamientos ética, jurídica y económicamente sancionables (el famoso “con o sin IVA”).
Perspectivas encontradas… y complementarias
En este juego hay muchos actores diferentes: contratados y contratantes, claro, pero también organismos estatales, los propios del sector…Hay diversidad de perspectivas, opiniones, vivencias, intereses y razones. La realidad es poliédrica, y los equilibrios, difíciles. Hay situaciones de abuso claras, que lo que no se entiende es cómo esquivan el castigo, y otras muchas que se meten de lleno en un mundo de grises y pasan más desapercibidas o son toleradas.
La perspectiva de los que sufren.
- Los jóvenes abogados. Protagonistas claros del problema, pero no los únicos. Tienen necesidad de empezar a trabajar, y miedo de hacer valer sus derechos. También, en muchos casos, asumen que “las cosas son así”, y que es un peaje necesario que hay que pagar para acceder a la profesión.
- Los despachos que lo están pasando mal. Se acogen a las malas prácticas laborales para intentar mantenerse a flote. Es comprensible, pero no es justificable.
La perspectiva de los que se benefician.
- El subempleo beneficia económicamente al que lo utiliza. Una de las frases más manidas que se pueden encontrar para ejemplificar la perspectiva de quien abusa podría ser “pero si deberías pagarme tú por enseñarte”. Es la perspectiva de quienes necesitan un incentivo fuerte para abandonar las malas prácticas. El statu quo les es favorable, y no quieren cambiarlo.
La perspectiva sectorial.
Olvidándonos del problema del subempleo, cojamos un poco más de perspectiva. Elevemos la mirada. ¿Qué más nos está diciendo el problema que nos ocupa? Yo creo que muchas cosas, pero la principal es que el sector legal está en un momento de salud muy delicado.
- Saturación: 150.000 colegiados, el 70% en despachos unipersonales. Una concentración de abogados per capita elevadísima si comparamos con otros países. Un mercado al que cada año se incorporan muchos nuevos graduados. La sobre oferta, el mayor poder de negociación de los clientes, la crisis… han hecho que el negocio ya no sea el de antaño.
- Modelos de negocio anticuados (obsoletos) y poco rentables: El mundo de los abogados es muy resistente al cambio. Ese es tema de otro gran debate, pero está costando, y mucho, modernizarse. Fruto de esta inmovilidad y resistencia al cambio, tienden a perpetuarse situaciones y comportamientos que simplemente no deberían tener cabida.
- En conclusión: El sector está en una situación convulsa. Yo he hablado en alguna otra ocasión de que está pasando, de una manera silenciosa, por todo un proceso de reconversión que terminará trayendo algo mejor, pero que dejará a mucha gente fuera (a aquellos que no sepan o no quieran adaptarse). Y que entre tanto, será doloroso para muchos.
Las soluciones
Lamentablemente no tengo la varita mágica que solucione el problema. Como he intentado introducir en esta entrada, la cosa es complicada, porque hay muchos actores, muchas fuerzas y muchos problemas transversales que hacen que no sea sencillo actuar sobre una única palanca para que, de la noche a la mañana, las cosas cambien. Algunas ideas:
El palo: Tolerancia 0.
- A nivel supra-sectorial (gobierno, política estatal): Incrementar la vigilancia, aumentar las sanciones frente a las situaciones de abuso, mostrar con claridad que “el que la hace la paga”. Tolerancia 0.
- A nivel sectorial: El propio sector tiene que encontrar las vías de desincentivar las malas prácticas. Deontología, y denuncia clara de las malas prácticas y de quienes las llevan a cabo. Ser los primeros en señalar y separar a las ovejas negras.
La zanahoria: Nueva cultura, nuevos modelos de negocio.
- Si una parte del problema es la mala situación de muchos despachos, hay que ayudarles a salir de ella. Ejemplo: Impulsar nuevos modelos de negocio, o ganando tamaño o apoyándose en las nuevas tecnologías (que harían más productivo al despacho, haciendo menos excusable el uso de “mano de obra inexperta”) o, llegado el caso, ayudar a salir del sector (recolocaciones, jubilaciones…) de una manera digna a quienes no pueden/deben seguir adelante.
El papel de los líderes del sector: Mostrar el camino y crear las condiciones adecuadas.
- Las instituciones y grandes players deben manifestarse enérgicamente en pro de la desaparición del problema del subempleo. Asociaciones, Colegios, grandes despachos… Pueden y deben marcar el ritmo, tanto hacia dentro (hacia los despachos) como hacia fuera (instituciones públicas, gobierno, sociedad en general…)
- Los líderes informales: Bloggers, abogados con mucha visibilidad en redes… Capaces de crear también consenso, de remover ideas y de divulgarlas.
El futuro
Quién sabe cómo será. Desde luego, los jóvenes abogados son quienes lo van a escribir. ¿Perpetuarán el problema cuando estén en posición de contratar y decidir? ¿Permanecerán acaso dentro del sector? Si queremos que sea un futuro mejor, el cambio tiene que empezar hoy, y es cosa de todos.

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Unai Camargo. Stagiers jurídicos [online]. Juristas con Futuro. 12/05/2017. https://www.juristasconfuturo.com/perfiles-juridicos/abogados/stagiers-juridicos/. Consulta: [indicar la fecha en que has consultado el artículo]